El
poeta romano Marcus Annaeus Lucanus en una de sus celebres citas
expresó: "El crimen hace iguales a todos los contaminados por
él", y ante tal reflexión uno no podría estar más de
acuerdo, aunque ciertamente la justicia no se aplica de igual forma
para todos aquellos que han cometido magnicidio, pero siempre hay
excepciones, como lo fue el caso de la famosa y despiadada asesina
serial rusa Darya Petrovna Saltykova.
Retrato
en vida de la aristócrata Darya Petrovna Saltykova,
famosa
asesina serial y mujer sádica,
quien
disfrutaba torturando a sus sirvientes,
en
su mayoría mujeres en edad de contraer matrimonio. |
Nacida
en el seno de una familia noble de origen moscovita, Darya
Nikolayevna Saltykova vino al mundo el 11 de Marzo de 1730. Contrajo
matrimonio con el capitán de la Guardia Real Alekseevich con quien
tuvo dos hijos: Teodoro y Nicolás, quienes llegaron a seguir los
pasos de progenitor en el mundo profesional.
En
el año 1755, a la edad de veintiséis años, el mundo de Darya
Saltykova se desmorona sumiéndola en una profunda depresión al
enviudar de forma repentina. Ahora es una mujer hacendada, con
numerosos criados a su servicio y un gran capital del que podría
haber vivido durante el resto de su vida sin tener que preocuparse
por nada.
A
medida que su juventud se iba desvaneciendo la madurez y la pena
hicieron estragos en su cuerpo y mente, pero apareció repentinamente
en su vida un nuevo hombre que no sólo le hacía olvidar su dolor,
sino que también avivaba en ella la llama del amor, por lo que
finalmente quiso que él la desposara y de esta forma convertirse en
su mujer. Pero la persona de la que se había enamorado hasta perder
la razón amaba en secreto a otra mujer mucho más joven que ella, y
cuando la noticia de la boda llego a sus oídos la mente de Darya
Saltykova acabo por trastocarse por completo y comenzó así su
legado de tiranía y terror en su afincada residencia.
GOLPEADLAS
CON FUERZA HASTA LA MUERTE.
No
se sabe con exactitud las palabras que salieron de su boca, pero
debieron de ser muy similares a estas.
De
los seiscientos criados que tenía a su cargo, ciento treinta y ocho
personas, tres de los cuales eran hombres, murieron bajo su tutela.
La crueldad de Darya Nikolayevna no tenía límites. Golpeaba a sus
sirvientas contras la paredes de las habitaciones, las arrastraba de
los pelos, flagelaba sus cuerpos o las golpeaba con un rodillo de
cocina por no ser lo suficientemente eficientes en su trabajo.
Deshacerse de los cuerpos era sencillo: sus cómplices, sirvientes a
su servicio, la ayudaban a dar rienda suelta a su locura ahora sin
medida, y es que el sabor de la traición lo revivía en los ojos de
todas las mujeres que tenía cerca.
IMPUNIDAD
PARA LA ARISTOCRACIA.
Podían
deshacerse de los cuerpos, pero no acallar a las familias de las
víctimas. Muchos familiares sabían que algo malo estaba sucediendo
en finca de Saltykova, pero al no tener pruebas que demostrasen y
respaldasen sus teorías eran tan sólo calumnias de unos labradores
contra la aristocracia, y por este hecho cuando fueron denunciados
los sucesos algunos familiares fueron severamente castigados por las
autoridades. Darya Saltykova disfrutaba así de su impunidad debido a
su cargo en la sociedad, y fue intocable durante mucho tiempo, hasta
que se topo de bruces con la horma de su zapato.
LA
JUSTICIA DEL PUEBLO RUSO.
Retrato
de la emperatriz Rusa Catalina II
también conocida por La Grande.
|
Catalina
II de Rusia, conocida por el nombre de la Grande, tomó medidas en el
asunto cuando los familiares de las víctimas tuvieron la oportunidad
de exponerle los hechos. Quedó tan impactada que en 1762 ordenó la
detención inmediata de Darya Saltykova, quien fue juzgada
públicamente bajo el cargo de "actos ilícitos" .
En
1768, tras seis años de exhaustiva investigación por parte del
Colegio de Justicia y el gran número de documentación aportada por
testigos visuales, así como un concienzudo registro de la vivienda
donde residía la acusada, encontraron a Darya Saltykova culpable de
la muerte de treinta y ocho sirvientas, y se sospechaba que era
responsable de cien más, aunque no se pudo llegar a demostrar dicha
teoría. Los cuerpos de las víctimas presentaban severas lesiones,
lo que indicaban que habían sido maltratadas hasta las muerte. Como
en el año 1754 se abolió la pena de muerte, Darya Saltykova fue
encadenada durante una hora diaria en una plataforma habilitada
especialmente para ella en la Plaza Roja de Moscú. Una vez allí le
era colgado de su cuello un cartel que decía: "Esta mujer ha
torturado y matado".
El
2 de Octubre de 1768 se dictó sentencia: Darya Saltykova quedaba
despojada de su bienes y riquezas, así como de cualquier titulo
nobiliario que poseyera hasta la fecha, siendo sus hijos los únicos
propietarios de todos sus gananciales. Fue encarcelada en una celda
de castigo en el convento de Ivanovsky, donde no podía tener
contacto humano con nadie y sólo se le permitía comer a la luz de
una vela, pues el resto del tiempo debía pasarlo sumida en la más
absoluta oscuridad.
El
27 de Noviembre de 1801 fallece a la edad de setenta y un años y sus
restos mortales fueron enterrados en el cementerio del Monasterio de
Donskoy junto al resto de sus familiares.
Este
artículo ha sido escrito por Akasha Valentine
http://www.akashavalentine.com © 2014.
Las
fuentes de información y divulgación corresponden a las siguientes
páginas citadas. La autora permite la libre divulgación de este
texto siempre que esté citada la fuente y la autoría de la misma.
Referencia
biográfica:
http://murderpedia.org/female.S/s/saltykova-darya.htm
http://www.mitosleyendas.com/la-leyenda-de-darya-nikolayevna-saltykova-la-bathory-rusa.html
http://www.russian-moscow.com/saltychikha-cruel-russian-serf-owner-part-1/
http://en.wikipedia.org/wiki/Darya_Nikolayevna_Saltykova
Fuentes
de la imagen.
http://en.wikipedia.org/wiki/File:Drouais_Darya_Chernysheva.jpg
http://www.cecilgoitia.com.ar/catalina2-rusia.htm
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