lunes, 8 de septiembre de 2014

BILD LILLI DOLL. LA MUÑECA DE LOS ADULTOS DE LOS AÑOS 50.

Bild Lilli Doll. De icono sexual a juguete para niños.

Era vendida como objeto sexual para el deleite de los hombres alemanes a mediados de los años cincuenta, hasta que la empresaria Ruth Handler (4 de noviembre de 1916- 27 de abril del 2002), co-fundadora de la empresa Mattel compró los derechos de producción durante un viaje a Europa inspirada por las necesidad de su hija Barbara de jugar con muñecas que pareciesen mujeres más adultas.

El 9 de marzo de 1959, en la feria del juguete de Nueva York, Ruth Handler presentó a su nueva y femenina muñeca reinventada a la que llamo Barbie, en honor a su hija

Bild Lilli. La caricatura.

Tira de presa de Lilli. 

El 24 de Junio de 1952 el editor del periódico alemán Bild o Bild-Zeitung le solicita al dibujante Reinhard Beuthien que cree un dibujo animado para rellenar un espacio vacío. La primera propuesta que le ofreció a su superior fue la de un bebé, pero fue rechazada, así que Reinhard tuvo que volver a su mesa de trabajo y ponerse de nuevo a dibujar; está vez crearía a una mujer con curvas muy definidas y una larga cola de caballo. Había nacido Lilli.

Lilli. Del papel a la fábrica.

Lilli tuvo un éxito sin precedentes, tanto es así que su creador se vio en la necesidad de caricaturizar a la muñeca cada día. Lilli ofrecía una imagen suave y desenfada. Era elegante, atrevida y por supuesto ambiciosa, y no tenía ninguna clase de reparos en hablar abiertamente sobre el sexo.

Su imagen de secretaria trabajadora ensombrecía a sus deseos de conseguir dinero fácil y rápido, en su búsqueda por encontrar a un hombre rico que la mantuviese.

Tras el éxito adquirido con los dibujos, el periódico alemán Bild contacta en el año 1953 con un comerciante llamado Max Weissbrodt, quien bajo los diseños de su creador Reinhard lleva a su chica de papel Lilli al mundo de las fábricas para su producción.

La muñeca sale a la venta ese mismo año en dos tamaños: una de 30 cm y otra más pequeña de 19 cm. Modelada y pintada, Lilli presentaba un rostro femenino y más adulto que en los dibujos, pues tenía la cara pálida, las cejas arqueadas, las uñas y los labios pintados de un tono rojo intenso y su cuerpo estaba adornado con joyas. Con el paso del tiempo los materiales fueron evolucionando, lo que redujo significativamente el precio final, pues ya no tenía intrincados hierros en el interior de su cuerpo, sino que la materia prima era plástico, más económico.

El éxito estaba asegurado, o al menos eso fue lo que pensaron en un principio, y aunque la muñeca Lilli se vendía en bares y estancos, fueron los más pequeños de la casa quienes vieron en aquella diminuta mujer a su inseparable amiga de juegos.

La muñeca del público infantil.


Lilli. La muñeca de los niños y coleccionistas.
Los comerciantes no daban crédito, y muchos padres eran reacios a dejar jugar a sus hijas con un juguete “sexual” (debido a sus desarrollados atributos), así que los comerciantes se dieron cuenta de que sí armonizaban la imagen de la muñeca el gran público se volvería extasiado ante la idea de adquirir los complementos y propiedades de su nueva amiga de juegos. Así fue como se creó un gran mercado de merchandising en torno a la inocente imagen de una caricatura que siempre vivió intentando alcanzar el sueño de ser la rica esposa de un millonario, convirtiéndose en un éxito que fue exportado a un gran número de países. 









Este artículo ha sido escrito por Akasha Valentine http://www.akashavalentine.com © 2014.

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